Siento a la muerte
que me susurra al oído
como una leve brisa
Tal vez un olor
como el que nunca
pude percibir.
El ente me llama
los destellos que desprenden
sus ojos,
penetran hasta mi alma
Me muestra un camino
llano y libre de todo obstáculo.
Su manto de oscuridad
envuelve mi espíritu.
Toma su guitarra en la mano
y hace soltar
las melodías
mas misteriosas e hipnóticas.
Escrito algún día del 2002
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